Pecado del Orgullo - Cómo Luchar Contra Él
¿Cómo luchamos contra el pecado del orgullo? Primero tenemos que reconocer que tenemos un problema. Y esta puede ser la parte más difícil, porque como hemos visto, el orgullo tuerce nuestra percepción de la realidad. Nos engaña. Nos dice: "No tienes un problema con el orgullo; no estás siendo orgulloso, ¡sólo estás siendo honesto contigo mismo! Tú eres mejor que nadie y mereces toda la gloria. Tú te has establecido por tu sabiduría y tu fuerza. Tú, tú, tú..." Y que bien se siente. Es difícil ver la verdad cuando su propio corazón le está mintiendo - cortejándolo con aprobación. Es difícil detenerse a pensar un minuto: "No, no valgo más que alguien más, Dios nos ama a todos por igual y Su opinión es la única que realmente cuenta. Y en lo que a mi gloria se refiere, ¡a Dios sea toda la honra y la gloria! Yo no me establecí por mi sabiduría y fuerza, ¡sólo utilicé los dones que Dios me dio para hacer aquello para lo que me los dio! Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos."1
Es difícil humillarse así cuando se encuentra atascado en el orgullo. Y es difícil ver la verdad cuando se está engañando a sí mismo. Así que va a necesitar ayuda. El Señor dice: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras."2 Su corazón puede ser capaz de engañarlo, ¡pero no puede engañar a Dios!
Así que la primera cosa que debe hacer es ponerse de rodillas y orar. Diga con David: "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno."3 Pídale misericordia a Dios. Clame con David: "Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a Tu misericordia; conforme a la multitud de Tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado."4 Al pedirle ayuda a Dios usted en realidad se está humillando delante de Él y Dios honrará eso. La Escritura dice: "Dios resiste al soberbio, pero da gracia al humilde." Esto no es solamente una advertencia para el orgulloso; es una promesa para el humilde. Si usted se humilla delante de Dios en oración, Dios derramará Su gracia sobre usted. Y aunque el pecado sea capaz de vencerlo, no es contrincante para el asombroso poder de Dios. Así que ore. Ore, ore, ore. Ese es el primer paso. Al orar, usted no sólo está pidiéndole a Dios que interceda por usted, lo que Él hará por Su gracia si usted es sincero, usted realmente está combatiendo el pecado del orgullo al humillarse delante de Dios, porque la humildad es lo opuesto al orgullo. Es como combatir el fuego con agua.
La siguiente cosa que se debe hacer, después que Dios comience a mostrarle áreas de orgullo, es luchar contra él mentalmente. Cuando usted experimente una oleada súbita de orgullo y lo reconozca, denúncielo mentalmente. Admita para sí que está siendo orgulloso y pídale al Señor que lo perdone. Diga: "Estoy siendo orgulloso; por favor Señor, perdóname."
La tercera y última cosa que se debe hacer es decirles a sus hermanos y hermanas en Cristo que está luchando con el orgullo y pedirles que oren por usted. "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho."5
Pecado del Orgullo - Un Resumen
Así que en resumen, el pecado del orgullo se manifiesta en motivos egoístas, un ego exagerado, una pobre opinión de otros, e irrespeto a Dios. Puede conducir a otros pecados en contra de Dios. Por ejemplo: robarle la gloria debida a Dios, y distorsionar su percepción de la realidad. Combatimos el orgullo al humillarnos delante de Dios en oración, pidiéndole que revele el orgullo oculto en nuestros corazones, reconociendo y arrepintiéndonos del orgullo cuando lo observamos en nosotros, y al ser transparentes con nuestra familia cristiana por medio de la supervisión de responsabilidades recíproca y la oración.
Para concluir, he aquí algunos pasajes de las Escrituras que tratan específicamente del orgullo:
"El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. No hay Dios en ninguno de sus pensamientos." (Salmo 10:4)
"Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos." (Salmo 138:6)
"El temor de Jehová es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco." (Proverbios 8:13)
"Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; más con los humildes está la sabiduría" (Proverbios 11:2)
"Ciertamente la soberbia concebirá contienda; más con los avisados está la sabiduría." Proverbios 13:10)
"Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu." (Proverbios 16:18)
"Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; ciertamente no quedará impune." (Proverbios 16:5)
"La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra." (Proverbios 29:23)
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