Pecado del Orgullo - Cómo se Manifiesta en Nuestras Vidas
He aquí algunas de las formas en que el pecado del orgullo puede manifestarse en su vida. Ya hemos visto en las vidas de Nabucodonosor y Belsasar cómo el orgullo puede simplemente ser la sobrestimación de las habilidades de uno o hasta de la seguridad de uno. También puede ser una sobrestimación de la rectitud de uno o de la autoestima. Por ejemplo, si usted piensa que vale más para Dios que alguna otra persona, ha caído víctima del pecado del orgullo. Ha distorsionado su visión de la realidad, porque la verdad del asunto es que: "no hay acepción de personas para con Dios,"1 "ni respeta más al rico que al pobre, porque todos son una obra de Sus manos."2 O si por otra parte usted tiene el hábito de menospreciar a otros porque piensa que es más justo que ellos, considere esta parábola que Jesús le dio a esos "que confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros:"3
"Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: 'Dios te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano. Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.' Más el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Dios, sé propicio a mí, pecador!' Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido."4
Pecado del Orgullo - Amaos los Unos a los Otros
Dios desprecia el pecado del orgullo, especialmente porque es totalmente opuesto a Sus propósitos para nosotros. Él quiere que vivamos por Su ejemplo y que nos sirvamos mutuamente en amor. Y nos ha dado el más bello ejemplo. No sólo murió por nosotros, Él vive por nosotros también. El apóstol Juan nos cuenta la historia de cómo una noche Jesús "se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjuagarlos con la toalla con que estaba ceñido. ...Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: '¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.'"12
Por lo tanto "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí Mismo, haciéndose obediente hasta la muerte - ¡y muerte de cruz!"13 "Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros."14
Read Pecado del Orgullo Page 5 Now!
Derechos de Autor © 2002-2021 AllAboutGod.com, Todos los Derechos Reservados